miércoles, 28 de julio de 2010

Mente feliz

Los malos hábitos emocionales tienen su origen en pensamientos equivocados, interpretaciones erróneas y actitudes distorsionadas.

No somos los únicos responsables de los hábitos emocionales negativos, nacemos y crecemos en un ámbito que virtualmente nos enseña a sentir culpa, miedo al rechazo, autoflagelación, en las mujeres desvalimiento, y otras respuestas negativas frente a la vida.

Hemos sido condicionados a sentirnos mal, los prejuicios profundamente arraigados en nuestra cultura, tanto los si y los no, los se supone y los no debes, existían mucho antes de que naciéramos, nos privan de la libertad de pensamiento y son, como un virus que se transmite de generación en generación, perpetuando pensamientos y conductas negativos.

Todo esto sirve para explicar, más no para justificar, la persistencia de los hábitos negativos en nuestras vidas. Si bien no podemos cambiar de golpe ni solos la cultura que heredamos, si podemos aportar nuestro granito de arena en nuestro entorno familiar.

Sí somos responsables y sí podemos cambiar nuestras actitudes hacia la cultura actual, no tenemos por qué aceptar la dictadura cultural antigua, inútil e irrelevante, podemos crear nuestro propio entorno social que no este gobernado por pensamientos y prejuicios perniciosos, debemos conseguir cambiar a mejor tanto nosotros como el ambiente en que nos movemos.

No estamos encerrados ni condenados a vivir siempre con una conducta negativa crónica, nuestras respuestas negativas, la mayoría de las veces, son hábitos que hemos llegado a considerar como parte inmutable de nuestra personalidad.

Gran parte de nuestra conducta negativa es el resultado de aceptar sin más, los clichés culturales, podemos cambiar, podemos romper con los hábitos emocionales negativos, no estamos atados a ellos de por vida.

La gran mayoría estamos llenos de malos hábitos emocionales, y podemos hacer mucho para romper con esos hábitos por nosotros mismos, reflexionemoslo.

Sólo nosotros tenemos esa decisión, no depende de nadie sino de cada uno, entonces actuemos en consecuencia hoy mismo y dejemos una herencia cultural distinta a las generaciones próximas.

jueves, 22 de julio de 2010

El conocimiento es útil?

En tiempos antiguos el conocimiento era privilegio sólo de unos cuantos seres que por su status social o religioso tenían acceso a éste.

Es entonces comprensible el porque del retraso tan grande del mundo durante siglos y siglos...

Lo que es más increíble es que en estos tiempos actuales queramos seguir con dicho retraso...

Teniendo a la mano, en la mayoría de los países, la tecnología moderna, la gente se aferra a la flojera, la apatía, la incongruencia, la ignorancia... y todavía se preguntan: ¿por qué esta todo tan caótico, tan desordenado, tan mal?

¿No acaso es eso lo que estamos creando con nuestra apatía hacia el conocimiento?

Y no sólo el conocimiento se puede obtener con la tecnología moderna, es decir, el internet por ejemplo. Desde siempre, hace mas de 50 años, hemos tenido a la mano los libros, y no necesitamos mucho dinero para obtener un buen libro, pues lo podemos obtener incluso usado a precios rídiculos, lo que si necesitamos es el deseo de aprender.

¿Deseo? ¿Qué es deseo?

Decimos en nuestro hablar diario que deseamos esto, o lo otro, o aquello, sin detenernos a pensar si realmente lo deseamos, si sabemos que es realmente desear, si estamos dispuestos a enfrentar las acciones que conlleva el realmente desear algo.

Es muy diferente el querer que el desear, la diferencia es abismal. El querer lo dejamos casi siempre acompañado en la forma del "hubiera", aún sabiendo que el "hubiera" no existe, en otras palabras, decimos "quisiera" esto, "quisiera" que las cosas fueran así, "quisiera" aquello.

Para comprender mejor que es el deseo, escuchemos al Gran Maestro:

Se encontraba el Gran Maestro con un discípulo y este le dice:

-Maestro, deseo ser un gran sabio como tú.

-Bien, ¿y sabes qué es Deseo?

- Sí, pues el querer algo.

-No

-Entonces Maestro ¿Qué es deseo?

-¿En verdad quieres saberlo?

-Sí, Gran Maestro.

-Ven conmigo.

El Discípulo acompaño al Gran Maestro y éste lo llevo hasta donde se encontraba una pila de agua, una vez allí, el Gran Maestro tomó la cabeza del discípulo y la sumergió bajo el agua, éste al no poder respirar, empezó a manotear desesperado.

El Gran Maestro, después de varios segundos, sacó la cabeza del discípulo del agua, y... dejandolo respirar, volvió a introducirla en el agua nuevamente por varios segundos, el discípulo desesperado volvía a manotear y el Gran Maestro le sacó la cabeza del agua.

-Maestro!, yo sólo te pedí que me explicaras que es deseo, más no que intentarás matarme!

-Dime que sentías mientras tu cabeza estaba bajo el agua...

-¿Cómo qué que sentía? Pues sentía deseos de respirar, de vivir!

-Pues ahora ya sabes realmente que es deseo, Deseo es algo que si no tienes... te mueres.

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Hoy, la noción de conocer todo acerca del mundo es inimaginable. Cualquiera de las ciencias ha llegado a tal grado de especialización y desarrollo que resulta imposible pensar que alguien pudiera saberlo "todo" sobre una sola materia, y muchísimo más remoto que pudiera conocer la totalidad de lo que se sabe hoy.

En contraste con otros tiempos, la ciencia y la tecnología nos han permitido ver lo que no es visible al ojo humano, penetrar el micro y el macro cosmos, lo cual sitúa la existencia humana en un contexto que rebasa incluso nuestra capacidad de imaginar y comprender.

Esta perspectiva abrumadora del conocimiento nos invita a plantearnos qué es lo verdaderamente importante para conocer, ¿qué necesitamos saber? ¿qué, de todo lo descubierto en la trayectoria de la humanidad, es realmente determinante para la vida de los seres humanos en sus entornos sociales y su realción con el cosmos?

Es un hecho que todos desearíamos conocer cómo estamos hechos, cómo funcionamos, qué necesitan nuestro cuerpo y nuestra mente, qué define e influye en nuestro desarrollo. Querríamos también conocer nuestro mundo natural, qué sucede en él, cómo son las cosas y qué relación podemos tener con estas realidades.

Lo que hoy se sabe acerca de nuestro planeta y el universo debe transformar de manera radical el sentido del conocimiento. Ahora más que nunca, éste tiene un potencial sin precedentes para Crear, pero también para destruir.

La nueva perspectiva se enfoca en entender qué sucede y qué podemos hacer para que ocurra de modo diferente. El objetivo del aprendizaje, la inteligencia y el conocimiento que tenemos sobre los fenómenos del mundo, y acerca de nosotros mismos, debe estar enfocado en comprender el entorno, para desarrollarnos en armonía con él.

Debe estar dirigido a equilibrar los desajustes naturales que se han creado en nuestro planeta en los últimos 100 años. Debe intentar regenerar y armonizar a los seres humanos como personas sensibles en equilibrio con la tierra, como parte de un sistema que afecta a todo el universo.

Por ello, queridos amigos, si hay algún tema en particular que quieran que tratemos en este blog para el enriquecimiento mutuo, es bienvenido en sus comentarios.

lunes, 19 de julio de 2010

Tu Mente es un Arma Poderosa

Realmente tu mente es un arma muy poderosa, pero como cualquier herramienta, puede ser contraproducente en manos inexpertas, como por ejemplo al buscar la culpa de todo en los demás.

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la responsabilidad de construirte a tí mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre o mujer surge de las cenizas de su error.

No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás jutificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Aprende de los audaces, de los fuertes, de los que usan la mente como un arma poderosa, de quien no acepta situaciones adversas, de quien vivirá a pesar de todo.

Manten la mente y el corazón fuertes, firmes, indoblegables ante la adversidad, que ésta no sea un problema sino un reto que te impulse a demostrarte que eres capaz de lograr grandes cosas.

Que tu destino sea, pues, el que tú has forjado a temple y no el que los demás quieran imponerte, pues sólo asi tendrás la satisfacción plena de decirte ¡soy el dueño de mi vida!

Esfuerzate cada día en aprender algo nuevo de temas que te sean de interés, o simplemente, de los que desconoces bastante, esto te permitirá crecer en diferentes áreas del pensamiento y el saber más te da la oportunidad de discernir mejor, de decidir mejor, de tomar más grandes y firmes decisiones, de crear más grandes y retadoras metas, para hacer de ti una persona más valiosa, y muy pronto, te reíras de aquellos pobres pensamientos que tenías en tan sólo un cercano pasado!.

Si la mente es un arma muy poderosa... entonces úsala para crecer y ser feliz... y no para crearte un infierno inútil en esta maravillosa vida!

jueves, 15 de julio de 2010

Amor y Amistad

Ella era la Srita. Nuñez, mientras estuvo al frente de su clase de 5° grado, el primer día de clase lo iniciaba con una mentira.

Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos y les decía que a todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado Braulio Zamora.

La señorita Nuñez había observado a Braulio desde el año anterior y había notado que él no jugaba muy bien con otros niños, su ropa estaba muy descuidada constantemente y necesitaba darse un buen baño. Braulio comenzaba a ser un tanto desagradable. Llegó el momento en que la señorita Nuñez disfrutaba al marcar los trabajos de Braulio con un plumón rojo haciendo una gran X, y colocando un cero muy llamativo en la parte superior de sus tareas.

En la escuela se le exigía revisar el historial de cada niño de su clase, y, ella dejó el expediente de Braulio para el final. Cuando por fin revisó el expediente, se llevó una gran sorpresa.

La profesora de primer grado escribió: "Braulio es un niño muy brillante con una sonrisa sin igual".
"hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales... es un placer tenerlo cerca".

Su profesora de segundo grado escribió: "Braulio es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil".

La profesora de tercer grado escribió: "La madre de Braulio ha muerto, ha sido muy duro para él. Aunque él trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto sino se toman ciertas medidas".

Su profesora de cuarto grado escribió: "Braulio se encuentra atrasado en cuanto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en clase".

Ahora la señorita Nuñez se había dado cuenta del problema y estaba apenada con ella misma. Ella comenzó a sentirse peor cuando sus alumnos le entregaron sus regalos de Navidad, envueltos en preciosos moños y papel brillante, excepto Braulio. Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que él había tomado de una bolsa de papel.

A Nuñez le dio pánico abrir ese regalo enmedio de los otros presentes. Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume con sólo la cuarta parte de su contenido.

Ella detuvo la burla de los niños al exclamar lo precioso que era el brazalete mientras se lo probaba y se colocaba un poco del perfume en su muñeca. Braulio Zamora se quedó ese día al final de la clase el tiempo suficiente para decir: "Señorita Nuñez, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá".

Después de que el niño se fue, ella lloró por lo menos una hora...

Desde ese día, ella dejó de enseñarles a los niños aritmética, a leer y a escribir, en lugar de eso, comenzó a educar a los niños.

La señorita Nuñez puso atención especial en Braulio.

Conforme comenzó a trabajar con él, su crebro comenzó a revivir. Mientras más lo apoyaba, él repondía más rápido. Para el final del ciclo escolar Braulio se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase y a pesar de su mentira, de que quería a todos los alumnos por igual, Braulio se convirtió en uno de los consentidos de la maestra.

Un año después ella encontró una nota debajo de su puerta, era de Braulio diciéndole que ella había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida. Seis años después por las mismas fechas, recibió otra nota de Braulio, ahora escribía diciéndole que había terminado la preparatoria siendo el tercero de su clase y ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.

Cuatro años después, recibió otra carta que decía que a pesar que en ocasiones las cosas fueron muy duras, se mantuvo en la escuela y pronto se graduaría con los más altos honores. Él le reiteró a la señorita Nuñez que seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita.

Cuatro años después recibió otra carta. En esta ocasión le explicaba que después de que concluyó su carrera, había decidido viajar un poco, la carta le explicaba que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita, pero ahora su nombre se había alargado un poco, la carta estaba firmada por Dr. Braulio G. Zamora Maldonado.

Un año después para sorpresa de la señorita Nuñez recibió otra carta. Braulio ahora decía que había conocido a una chica con la cual iba a casarse. Explicaba que su padre había muerto hace un par de años y le preguntaba a la señorita Nuñez si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado para la madre del novio... por supuesto ella aceptó.

Ella llegó a la ceremonia usando el viejo brazalete, y, se aseguró de usar el perfume que Braulio recordaba que usó su madre la última Navidad que pasaron juntos. Se dieron un gran abrazo y el Dr. Zamora le susurró al oído:

"Gracias señorita Nuñez por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer la diferencia".

La señorita Nuñez, con lágrimas en los ojos, tomó aire y dijo:

"Braulio, te equivocas, tú fuíste el que me enseñó a mí que yo puedo hacer la diferencia. No sabía cómo educar... hasta que te conocí".

domingo, 11 de julio de 2010

Media Cobija

Don Cenobio era ya anciano cuando murió su esposa, durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia.

Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.

A los setenta años Don Cenobio se encontraba sin fuerzas, solo y lleno de recuerdos.

Esperaba que su hijo, ahora brillante profesionista, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que éste lo visitara, por lo que decidió ir a a su casa y por primera vez en su vida pedirle un favor.

Don Cenobio tocó a la puerta.

-¡Hola papá! ¡qué milagro que te dejas ver!

-Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo.

-Pues a nosotros nos da mucho gusto que vengas por aquí, ya sabes que esta es tu casa.

-Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, aunque temo ser un estorbo. Dime... ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? ¡Me siento tan solo!

¿Quedarte a vivir aquí? Sí.... claro... pero no sé si estarías a gusto. Tú sabes, la casa es chica... mi esposa es muy especial... los niños...

-Mira hijo, si te causo muchas molestias, olvídalo. No te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano.

-No padre, no es eso. Sólo que... no se me ocurre dónde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían... a menos que...

-¿Que qué?

-¿En el patio....?

-Esta bien.

El hijo de Don Cenobio llamo a su hijo javier, de doce años.

-Dime papá

-Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Traéle una cobija para que se tape en la noche.

-Sí, con gusto!... ¿Y dónde va a dormir?

-En el patio, no quiero que nos incomodemos por su culpa.

Javier subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su papá.

-¿Qué haces? ¿Por qué cortas la manta de tu abuelo?

-Sabes, papá, estaba pensando...

-¿Pensando en qué?

-En guardar la mitad de la cobija para cuando
tú seas viejo y vayas a vivir a mi casa.

martes, 6 de julio de 2010

Dañar a alguien

Hubo una vez un hombre que calumnió grandemente a
un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el
éxito que éste había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con
sus calumnias a ese amigo, y visitó a el Gran Maestro a
quien le dijo:

—Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo,
¿cómo puedo hacerlo?

A lo que el Gran Maestro respondió:

—Toma un saco, llenálo de plumas ligeras y pequeñas
color rojo y suelta una en cada lugar donde vayas.

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó
el saco, lo lleno de plumas que había teñido de rojo y
al cabo de un día las había soltado todas.

Volvió donde el Gran Maestro y le dijo:

—Ya he terminado.

A lo que el Gran Maestro contestó:

—Esa es la parte más fácil.
Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas
plumas que soltaste. Sal a la calle y búscalas.

El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso
significaba y no pudo juntar casi ninguna.

Al volver, el Gran Maestro le dijo:

—Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas
que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste
voló de boca en boca y el daño ya está hecho.

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ES MEJOR (aunque más difícil) CONSTRUIR
QUE DESTRUIR.

domingo, 4 de julio de 2010

Mente Poderosa en el Aeropuerto

Una noche estaba una amiga en un aeropuerto esperando varias
horas antes de que partiera su propio vuelo.

Mientras esperaba compró un libro y un paquete de galletas
para pasar el tiempo. Buscó asiento y se sentó a esperar.

Estaba muy absorta leyendo su libro, cuando de repente notó
que el joven que se había sentado a su lado estiraba la mano,
con mucha frescura agarraba despreocupadamente del paquete
de galletas que estaba entre ellos y comenzaba a comerlas,
una a una.

No queriendo hacer una escena ella trató de ignorarlo.

Un poco molesta mi amiga comía las galletas y miraba el reloj,
mientras que el joven ladrón de galletas, sin vergüenza casi
también se las estaba acabando.

Mi amiga se empezó a irritar más y pensaba para sí misma:
"Si no fuese yo tan buena y educada, ya le hubiera dejado un
moretón en el ojo a este atrevido".

Cada vez que ella comía una galleta, él también se comía otra.

El diálogo de sus miradas continuo, cuando quedaba solo una,
se preguntaba quién lo haría. Con suavidad y con una sonrisa
nerviosa, el joven alargó la mano, tomó la última galleta, la partió
en dos y le ofreció la mitad a la señora mientras se comía la
otra mitad.

Ella tomó media galleta bruscamente de su mano y pensaba:
"¡Qué hombre más insolente! ¡Qué mal educado!
¡Ni siquiera me dio las gracias!
Nunca antes había conocido a alguien tan fresco..."

Suspiró con ansias cuando su vuelo fue anunciado.
Tomó sus maletas y se dirigió a la puerta de embarque
rehusándose a mirar en dirección en donde estaba sentado
aquel ladrón ingrato.

Después de haber abordado el avión y de estar sentada
confortablemente, buscó otra vez su libro que ya casi había
terminado de leer.

Al buscar su libro dentro su bolsa se quedó talmente sorprendida
cuando encontró el paquete de galletas casi intacto.

"Si mis galletas están aquí", ella pensó y apesadumbrada,
"las otras eran suyas, y trató de compartirlas conmigo."

Demasiado tarde para pedirle disculpas al joven,
se dijo lenta con mucho pesar, que ella había sido la insolente,
la mal educada, la ladrona y no lo sabía.

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¿Cuantas veces en nuestras vidas, hemos sabido con certeza
que algo era de cierta forma solo para luego descubrir que lo
que creímos era la verdad. . . no lo era?

Cuántas veces la desconfianza instigada en nosotros hace que
juzguemos injustamente a otras personas con ideas preconcebidas,
muchas veces alejadas de la realidad.

Por eso pensemos muy bien antes de juzgar a otros.
Demos siempre el beneficio de la duda antes de
pensar mal de los demás.

sábado, 3 de julio de 2010

Huérfano de hijos

Hay un período cuando los padres quedan huérfanos de sus hijos.

Y es que los niños crecen independientes de nosotros, como árboles murmurantes y pájaros imprudentes.

Crecen sin pedir permiso a la vida, crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia.

Pero no crecen todos los días de igual manera, crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti en el sofáy te dicen una frase con tal naturalidad que sientes que no puedes más ponerle pañales.

¿Donde quedaron la andadera, el jugar con tierra, las fiestitas de cumpleaños con payasos y los juguetes preferidos?.

El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.

Ahora estas allí, en la puerta de la discoteca, esperando que él o ella no sólo crezca, sino aparezca.
Allí están muchos padres al volante, esperando que salgan zumbando sobre patines y cabellos largos y sueltos.

Allí están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas en las esquinas, con el uniforme de su generación e incómodas mochilas de moda en los hombros.

Allí estamos, con los cabellos casi enblanquecidos.

Esos son los hijos que conseguimos generar y amar a pesar de los golpes, de los vientos, de las cosechas, de las noticias, y observando y aprendiendo con nuestros errores y aciertos.

Principalmente con los errores que esperamos que no repitan.

Hay un período en que los padres van quedando un poco huérfanos de los propios hijos...

Ya no los buscaremos más de las puertas de las discotecas y de las fiestas.

Pasó el tiempo del piano, el ballet, el inglés, natación y el karate.

Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas.

Deberíamos haber ido más junto a su cama al anochecer, para oir su alma respirando conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia...

Y a los adolescentes cubrecamas, de aquellas piezas llenas de calcomanías, posters, agendas coloridas y discos ensordecedores.

No los llevamos suficientemente al cine, al parque, a los juegos, no les dimos suficientes hamburguesas y bebidas, no les compramos todos los helados y ropas que nos hubiera gustado comprarles.

Ellos crecieron, sin que agotasemos con ellos todo nuestro afecto.

Al principio fueron al campo o fueron a la playa entre discusiones, galletitas, papitas, congestionamiento, navidades, paseos, piscinas y amigos...

Sí, había peleas dentro del auto, la pelea por la ventana, los pedidos de chicles y reclamos sin fin.

Después llegó el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, pues era imposible dejar el grupo de amigos y primeros amoríos.

Los padres quedaban exiliados de los hijos. "Tenían la soledad que siempre desearon", pero de repente, morían de nostalgia de aquellas "pestes".

Llega el momento en que sólo nos resta quedar mirando desde lejos, torciendo y rezando mucho(en ese tiempo, si nos habiamos olvidado, recordamos cómo rezar) para que escojan bien en la busqueda de la felicidad, y que la conquisten del modo más completo posible.

El secreto es esperar... en cualquier momento nos pueden dar nietos.

El nieto es la hora del cariño ocioso y picardía no ejercida en los propios hijos, y que no puede morir con nosotros.

Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño.

Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto.

Así somos, solo aprendemos a ser hijos después de ser padres,
solo aprendemos a ser padres después que somos abuelos.

viernes, 2 de julio de 2010

Liderazgo

Liderazgo es estar dispuesto a arriesgarse.

Liderazgo es sentir pasión por hacer una diferencia en los demás.

Liderazgo es sentirse insatisfecho con la realidad actual y actuar en consecuencia.

Liderazgo es tomar responsabilidad cuando los demás estan presentando excusas.

Liderazgo es ver las posibilidades que ofrece una situación, cuando los demás sólo ven las limitaciones.

Liderazgo es estar preparado para sobresalir en medio de una muchedumbre.

Liderazgo es tener una mente y corazón abiertos.

Liderazgo es la capacidad de sumergir su ego para elegir lo mejor para todos.

Liderazgo es estimular en otros la capacidad de soñar.

Liderazgo es inspirar a los demás, con una visión de lo que cada uno puede aportar.

Liderazgo es el poder que ejerce uno para aprovechar el poder de muchos.

Liderazgo es cuando su corazón habla al corazón de los demás.

Liderazgo es la integración del corazón, mente y genio.

Liderazgo es la capacidad de preocuparse por los demás, y al hacerlo, liberar las ideas, energía y capacidades de los demás.

Liderazgo es hacer que un sueño se convierta en realidad.

Liderazgo es valentía.

Liderazgo eres tú.